El diputado herreño por la AHI, Raúl Acosta, ha manifestado esta mañana en sesión plenaria del Parlamento de Canarias su preocupación, y la de su formación política, al proyecto del Ministerio de Transición Ecológica para crear el primer parque nacional marino de España en el litoral de El Hierro.

El diputado se dirigió al consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, el también herreño y de su mismo partido, Narvay Quintero, para conocer cómo afectará al sector pesquero de la isla además de subrayar la necesidad de un debate más profundo y detallado sobre el futuro parque nacional marino y sus implicaciones a los sectores afectados antes de tomar cualquier decisión definitiva.

En su intervención, Raúl Acosta destacó el apoyo inicial de la sociedad herreña y de la AHI hacia la importancia científica y conservacionista del proyecto. “A priori, nadie podría negarse a apoyar un proyecto de este tipo”, afirmó, reconociendo tanto el valor tangible como intangible de la iniciativa en términos económicos y de reputación a nivel nacional e internacional.

No obstante, el diputado manifestó que este apoyo es preliminar y está sujeto a la concreción de las normas de gestión y los usos permitidos dentro del parque, que aún no han sido definidos. 

“Esa indefinición es motivo de preocupación”, declaró Acosta, señalando que la falta de claridad ha llevado a su partido a posponer cualquier pronunciamiento definitivo sobre el Parque Nacional Marino hasta que se conozcan estos detalles cruciales como las limitaciones a la pesca deportiva o el acotamiento al esfuerzo pesquero de la pesca artesanal.

Una de las principales inquietudes expuestas por Acosta es el posible impacto negativo sobre la actividad pesquera tradicional, una práctica esencial para la economía de la isla. Por ello, preguntó a Quintero cómo afectará el parque a esta actividad económica básica en la Isla y cuál es la posición del Gobierno de Canarias al respecto.

Acosta advirtió sobre el riesgo de convertir El Hierro en un parque temático, sin considerar adecuadamente a los residentes locales que dependen del mar para su subsistencia. 

“Volvemos a correr el riesgo de transformar la isla no ya en un parque nacional sino en un parque temático, sin tener en cuenta que allí viven, trabajan y comen miles de personas que, por cierto, ya cuidan bastante bien de su entorno marino”, concluyó.